Es exactamente lo mismo que el mantenimiento periodontal. Sin embargo actualmente entre los periodoncistas y sociedades científicas de periodoncia se prefiere utilizar el nombre de “Terapia Periodontal de Apoyo (TPA)” ya que se considera que el mantenimiento debe ser entendido como una terapia, es decir, como una parte más del propio tratamiento periodontal y no como una fase independiente.

Sin embargo los pacientes comprenden mejor el término “mantenimiento periodontal” y por ese motivo es el término que vamos a emplear en el resto del presente texto.

Consiste en hacer unas revisiones periódicas para evaluar diversos parámetros como el estado de salud periodontal, el grado de control de placa bacteriana del paciente, la estabilidad radiográfica de los niveles de soporte óseo periodontal, etc.

Además en esa misma sesión se procede a eliminar los depósitos de placa bacteriana y cálculo que se hayan podido formar alrededor de los dientes del paciente, y se dan las instrucciones para tratar de evitar que vuelvan a formarse en el periodo de tiempo que transcurrirá hasta la siguiente cita.

No es lo mismo. De entrada hay una gran diferencia en el tiempo que empleamos. En una sesión de mantenimiento estamos aproximadamente una hora con cada paciente, mientras que una limpieza convencional rara vez excede los 30 minutos de duración. Además el instrumental empleado difiere del utilizado en una limpieza convencional, ya que además de emplear los ultrasonidos empleamos instrumental manual para acceder a las zonas de difícil acceso.

Depende de varios factores. En primer lugar se tiene en cuenta la gravedad del caso. Situaciones inicialmente más graves requieren mayor frecuencia de revisiones. Pero también se tiene en cuenta la colaboración del paciente. Por ejemplo, un paciente que se cuida mal o es fumador requiere unos cuidados y revisiones más frecuentes que aquellas personas que tienen muy buenos hábitos de higiene oral y no fuman. Por tanto la frecuencia puede variar en función de la colaboración del paciente. En cualquier caso durante el primer o segundo año tras el tratamiento hacemos unas revisiones más frecuentes para evaluar precisamente estos aspectos.

No termina. El paciente que ha tenido un problema periodontal será siempre susceptible a la periodontitis, por ese motivo requerirá siempre unos cuidados y una vigilancia del estado de sus encías para que el problema no vuelva a aparecer.

Periódicamente hay que hacer nuevas exploraciones radiográficas. Generalmente a los tres años de haber terminado el tratamiento periodontal se hacen nuevas radiografías para compararlas con las que se hicieron al inicio del tratamiento y valorar la estabilidad del soporte óseo radiográfico. Las posteriores exploraciones radiográficas se irán espaciando en función de la evolución de cada caso.

La fase de mantenimiento periodontal nos va a ayudar a mantener la salud de encía y hueso a lo largo del tiempo de manera que NUNCA sea necesario repetir el tratamiento. Evidentemente se requiere la colaboración y compromiso por parte del paciente en el cumplimiento de los cuidados personales y de las visitas de revisión.