Es una técnica quirúrgica implantológica que consiste en la colocación de los implantes dentales sin necesidad de realizar incisiones ni suturas.
En realidad el término que mejor define esta técnica implantológica es el de “cirugía guiada”, por lo tanto ambas expresiones (“Implantes sin cirugía” y “cirugía guiada”) se utilizan para definir un mismo procedimiento, aunque le expresión “Implantes sin cirugía” es menos correcta ya que, aunque sea una cirugía mínimamente invasiva, no deja de ser una intervención quirúrgica.
Para realizar una cirugía guiada es necesario hacer previamente una planificación tridimensional del caso, para ello necesitamos realizar un TAC DIGITAL del maxilar del paciente y realizar una planificación de implantes dentales con un software específico. A continuación se confecciona una guía quirúrgica que nos permite realizar una inserción de los implantes a través de la mucosa sin realizar incisión previa.
Básicamente hay realizar una TAC DIGITAL de los maxilares del paciente y diseñar el caso con la ayuda de un programa de planificación. Para saber más sobre este tema te aconsejamos consultar el apartado “planificación digital” de nuestra web. En la sección de preguntas frecuentes encontrarás información detallada.
El objetivo es que los implantes dentales queden insertados en el maxilar del paciente exactamente en la misma posición que hemos determinado previamente de manera virtual en el programa informático.
Con el mismo software de planificación de implantes podemos diseñar una guía quirúrgica virtual que nos ayudará en el momento de la colocación de los implantes. Una vez diseñada la guía virtual se envía a un centro de procesado donde se materializa la confeccionan en función del diseño aportado, en un plazo aproximado de una semana. Una vez tenemos la guía en nuestra consulta ya podemos dar una cita para realizar el tratamiento.
Al tratarse de un procedimiento quirúrgico poco invasivo no se precisa de incisiones, ni de puntos de sutura, por lo que el procedimiento es más rápido, más cómodo para el paciente y tiene un menor postoperatorio.
Por otro lado, los implantes quedan colocados con una mayor precisión ya que quedan insertados en el maxilar exactamente en la misma posición que habíamos decidido previamente en la pantalla del ordenador.
Evidentemente hay que realizar una guía quirúrgica, lo cual hace que el tratamiento tenga un coste algo superior que una técnica convencional.
Existen algunas limitaciones. En los casos donde hay poca disponibilidad de hueso para colocar los implantes y hay que realizar procedimientos de regeneración ósea no es posible aplicar esta técnica, ya que el propio procedimiento de regeneración requiere que se realice una cirugía convencional para poder colocar los biomateriales que nos ayudarán a conseguir el aumento óseo.
En situaciones en la que se aprecia presencia de infecciones o lesiones óseas en el maxilar tampoco está indicada esta técnica.